miércoles, 9 de febrero de 2011

Adrian Preciado: Un pintor de mucha fuerza

Adrian Preciado: Un pintor de mucha fuerza

Hace poco leía la frase de un reconocido artista “Pintar no está de moda”, lejos de la verdad de esta aseveración, no es que pintar esté o no esté de moda, sea una expresión actual o caduca en la vorágine de las imágenes inmersas en el mundo del arte que hoy observamos.

El pintar siempre será un oficio de paciencia, de calma, de transformación de la materia en imagen, de la imagen en sensación, y más aún cuando un joven artista nos sumerge en la profundidad de los bosques, en sus espesuras, ya sea sobrevolándolos o distanciándonos en la brumas de sus enramadas.

La pintura de Adrian Preciado, se nos presenta como la de un pintor de mucha fuerza, que ha sabido conjugar en la materia pictórica el juego de inquietantes perspectivas, determinadas en el manejo preciso de colores terrosos con los que genera un ambiente interno y turbador.

Los bosques del artista nos conducen por medio del desasosiego de la misma tierra, de los actos de observación continua de la naturaleza que han marcado a la plástica venezolana de manera embriagadora y que aún tiene mucho que contar.

De allí que, nos sumerjamos en la profundidad de un ambiente que se niega a ser penetrado por nuestra mirada, pues el joven artista conoce el misterio de lo que nos presenta, pero que debemos develar desde una observación distanciada, colocada en el fragmento que sus vistas nos presentan.

Adrian Preciado conoce los secretos de esos bosques, sólo nos deja unas pistas para poder encontrarlos a través de la potencia de su expresión, y es por esto que cuando hayamos un artista capaz de develar los secretos de la materia pictórica, convertida en imagen dotada de un sentido de profundidad emocional, sabemos que pintar está de nuevo en el cuerpo de quienes tenemos la oportunidad de acercarnos a sus obras, y Adrian Preciado es un pintor con mucha fuerza.

Dra. Elizabeth Marín Hernández

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